FLASH CABECERA
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La Farmacia de Madera
LA PLANTA QUE LO CURA TODO
Conoce el Aloe Vera o "Sábila"
Anti-varicoso
Su acción vaso-constrictora, evita la formación de varices y ulceras en la piel producto de obstrucción venosa, elimina los trombos y estimula la circulación de retorno en miembros inferiores.
Tiene la capacidad de eliminar bacterias
del tipo estreptococos, estafilococo dorado y otras causantes de enfermedades
virales.
Cicatrizante
Al frotarla sobre heridas abiertas o dejar
caer el gel que se consigue al triturar el cristal interno, ayudará a cerrar
rápidamente la ruptura ya que tiene efecto antiinflamatorio, antimicótico y
antibiótico, estimula la regeneración celular.
Anti asma
Es muy utilizado el gel de la planta de
sábila para preparar jarabes anti tusígenos, ya que tiene efecto bronco
dilatador, combinándolo con otros ingredientes naturales como la miel, el
jarabe de ajo y el extracto de hiedra (hedera
hélix) produce este efecto además de facilitar la expulsión de secreciones
mucosas.
Es un excelente calmante del ardor o acidez
estomacal, su acción sedante se caracteriza por el rápido efecto y la
cicatrización de las heridas o ulceras del tracto gastrointestinal, por lo
cual, el dolor que se produce en episodios de gastritis o ulceras, se alivia
eficazmente y evita que reaparezca.
Como coagulante
Los nutrientes de la planta de sábila,
actúan como un agregante plaquetario, contiene calcio, celulosa y otros
componentes que ayudan a mantener el nivel de coagulación sanguínea, este
efecto controla la tensión arterial, ayuda a cicatrizar heridas, mantiene una
circulación estable.
Sus efectos como cicatrizante y coagulante
se combinan para ayudar a sanar prontamente lesiones abiertas en la piel. Para
las quemaduras de primer grado o solares, produce un efecto refrescante y ayuda
a mantener la humedad de las capas cutáneas, para quemaduras graves, el uso del
gel como pomada sobre la quemadura, contribuye no solo a su cicatrización sino
a la regeneración celular en la zona afectada.
La Mujer que ocupó El Trono de San Pedro
La "Papisa Juana" (Juan VIII)
Cuenta el historiador Irvine Wallace,
antes del papa León IV quien gobernó la iglesia entre los años 847 y 855 D.C. y
el de Benedicto III 855 a 858, hubo un papado muy polémico que fue protagonizado por un prelado al que se
conocía con el nombre de Juan, pero que en realidad era “Juana”. Lo irónico del
caso, es que, aunque los libros de historia y mucho menos los registros de la
iglesia moderna lo reflejan, esta “Juana” logró sentarse por 3 años en el trono
de San Pedro, sin que nadie notase que se trataba de una mujer.
UN ESPECTÁCULO QUE DEJO BOQUIABIERTO AL MUNDO
El controversial caso se pudo conocer
gracias a que esta Juana, mantuvo relaciones amorosas con un monje benedictino, llamado
Felthar, que para poder acompañarle y sin causarle ningún problema en su vida
sacerdotal, se disfrazó de hombre y entró al también al sacerdocio, pero gracias
a su increíble intelecto, fue escalando posiciones dentro de la iglesia de
Cristo y le fue dado el puesto de profesor en ciencias, después llego al Vaticano
bajo el cargo de notario de la curia y después de la muerte de León IV, fue
elegido “Papa” y adoptó el nombre de “JUAN VIII”, pero Juana, no era ninguna
santa, sino más bien una lujuriosa mujer y se enredó con el chambelán, de
aquella relación pecaminosa por demás, surgió el fruto y para escandalo
imperdonable, se le presentaron los dolores de parto y dio a luz durante una
ceremonia pública, dejando en evidencia el desastroso bochorno, que además de
costarle aquel fraudulento papado, también le costó la vida a manos de sus
verdugos indignados por lo ocurrido
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